Las financieras te van a exigir ciertas condiciones con las que demuestres que vas a ser capaz de pagar no sólo el dinero que te dejan hasta cubrir el coste del coche, sino el interés correspondiente, según el contrato que hayas firmado con ellas. Los requisitos son:
- Ser mayor de edad.
- Tener el DNI en vigor.
- Demostrar tu solvencia económica:
- Si trabajas por cuenta ajena: tres últimas nóminas y tu contrato laboral (valorarán positivamente que tengas un contrato indefinido). No existe una nómina mínima para financiar el coche, a no ser que sea de alta gama. En este caso, exigen una nómina más alta o si no, no te cubrirán el 100% de la financiación.
- Si eres autónomo: tendrás que mostrar las últimas tres facturas mensuales.
- Presentando la última declaración de la renta.
- No ser moroso: no puedes tener pendiente el pago de un préstamo o cualquier tipo de recibo. Las financieras lo comprueban en la ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito), el fichero de morosos más utilizado en el país.
- Justificante de cualquier bien que tengas a tu nombre (casa, coche…). Va a servir de aval.
¿A quién le puedes pedir la financiación?
Existen dos tipos de entidades a los que solicitar la financiación del coche:
- A una financiera de la propia marca de coches: en este caso te pedirán el pago de una entrada que suele rondar el 10% del valor del coche. Normalmente son más flexibles con las condiciones de pago ya que su propósito final es vender el coche.
- Al banco: al contrario que la concesionaria, aquí sí ofrecen la cantidad total del préstamo del coche. A cambio, serán más estrictos con las condiciones de pago: te pueden pedir que domicilies tu nómina en su banco, que uses una tarjeta de crédito o que contrates además algún tipo de seguro.