Además de suponer un importante ahorro en el precio, los coches usados ofrecen otras muchas ventajas que desglosamos a continuación:
- La entrega es inmediata: En muchas ocasiones, cuando adquieres un coche nuevo, los plazos de fabricación y los trámites de matriculación pueden hacer que los plazos de entrega se alarguen durante meses. Por el contrario, cuando compras un coche de segunda mano puedes llevártelo prácticamente en el momento.
- Pagas menos impuestos: Cuando formalizas la compra de un coche nuevo estás obligado a pagar el IVA -el 21% del importe-, y el impuesto de matriculación que, en los vehículos más contaminantes llega al 14,75%. Por otra parte, en el caso de los coches usados los gravámenes son menores, ya que el titular únicamente deberá pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales -ITP-, que oscila entre el 4% y el 8%, dependiendo de la comunidad autónoma.
- Variedad: en el mercado de coches de segunda mano podemos encontrar una gran variedad de marcas y modelos que puede que incluso se hayan dejado de fabricar o no se puedan encontrar facilmente en concesionarios.
- Rapidez: otro aspecto a tener en cuenta es la rapidez en la compra, no tendrás que esperar a que el concesionario tenga disponible el coche. Desde el primer minuto podrás ver el coche e incluso probarlo sin esperas. Además, al comprar un coche de segunda mano te ahorrarás un montón de papeleo y firmas, recibiendo el vehículo al instante. Actualmente con la falta de chips, los concesionarios de coches nuevos tienen listas de esperas que pueden ser de hasta un año y en el caso de los coches de ocasión podrás conducirlo casi en el acto.